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Reforma
A pesar de que tu vivienda no es un ser vivo, puede ayudar a vivir mejor a quienes hacen uso de ella.
Pero como las personas, las viviendas también envejecen.
Es importante a la hora de reformar un espacio de nuestra casa, o la vivienda en su totalidad, no sólo tener en cuenta la estética, sino que, como un cuerpo, la verdadera salud de nuestra vivienda está en el interior, y es lo que hará que podamos disfrutar al máximo de nuestro hogar.
El aumento de tiempo que pasamos en él, hace que nos replanteemos nuestras necesidades actuales en busca de incrementar nuestro bienestar. Hablar del confort térmico, acústico y lumínico es la clave para crear la envolvente perfecta, ayudándonos a generar un hogar sostenible.
Es lógico pensar que nuestra vivienda debe generar confort todo el año en términos de temperatura y humedad, pero el gran olvidado de las reformas es el confort acústico, y es una necesidad directamente relacionada con nuestro descanso. A través de cerramientos más eficientes y de los aislantes apropiados, generaremos el entorno donde sentirnos a gusto, implicando, además, una reducción en el consumo energético y así en nuestro gasto.
En cuanto a la luz, está comprobado que está directamente relacionada con nuestro estado de ánimo y los niveles de energía, ya que una iluminación deficiente contribuye a la depresión y a otras deficiencias en el cuerpo. La cantidad y el tipo de iluminación afectan a la concentración, el apetito y el estado de ánimo, entre muchos otros. Dotar a la vivienda de la iluminación adecuada para cada actividad y momento del día es fundamental para nuestra salud.
Cuidar tu casa es avanzar en busca del hogar del futuro y es esencial para mejorar nuestra calidad de vida, te has planteado ¿qué podrías mejorar para conseguirlo?
